-Tengo un secreto para contarte
-Que es?
-No te lo puedo decir aqui
-Dime...
-No, mucha gente
-Vamos a un aula y me lo cuentas alli...
Podría decirte que precisamente ese fue el cuarto beso en los labios que me dieron en la vida o el primer beso apasionado que tuve pero ya no importaba. Me latía a millón el corazón, las piernas me temblaban y esa cosquillita que me daba cuando ibas pasando tu mano entre mis piernas poco a poco. Si no es porque me tenías en contra de la pared, me hubiera caido. Podría llamarte otra vez y decirte que tengo un secreto para contarte y revivir ese momento pero, nunca hubo ni habrá un secreto, solo algo importante que hacer.
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